[vc_row type=”in_container” full_screen_row_position=”middle” scene_position=”center” text_color=”dark” text_align=”left” overlay_strength=”0.3″ shape_divider_position=”bottom” bg_image_animation=”none”][vc_column column_padding=”no-extra-padding” column_padding_position=”all” background_color_opacity=”1″ background_hover_color_opacity=”1″ column_link_target=”_self” column_shadow=”none” column_border_radius=”none” width=”1/1″ tablet_width_inherit=”default” tablet_text_alignment=”default” phone_text_alignment=”default” column_border_width=”none” column_border_style=”solid” bg_image_animation=”none”][vc_column_text]No todos los días te pones a pensar en lo increíble que es poder disponer de agua fresca con solo abrir el grifo del baño o de la cocina. Este es un privilegio tan cotidiano que, en ocasiones, las personas olvidan que pocas personas en el mundo corren con esa suerte y que esto se hace posible gracias a las plantas de tratamiento de agua potable.
En realidad, las condiciones de acceso al agua a nivel mundial son sumamente desiguales. Un informe elaborado por la OMS y Unicef señala que más de dos billones de personas en el mundo no tienen acceso a ella. Como consecuencia, la calidad de vida empeora de manera drástica, al punto de que más de 350 000 niños mueren cada año de diarrea. Por el contrario, en países como México, las ciudades pueden desperdiciar alrededor del 40% del agua, por fugas en las redes de abastecimiento.
La población mundial crece a un ritmo vertiginoso. Por eso, el acceso al agua es una prioridad para garantizar las condiciones de alimentación y salud de la población. Pero ¿cómo surgieron las primeras plantas de tratamiento de agua y cómo han evolucionado desde entonces?
El nacimiento de las plantas de agua
La historia de las plantas de tratamiento de agua potable se inicia en Jericó, hace 7000 años, lugar en donde se empezó a aprovechar el agua almacenada en los pozos y se desarrollaron sistemas de transporte y distribución mediante canales y tubos. Desde el año 3000 a.C. , las poblaciones asentadas en Pakistán ya contaban con baños públicos, mientras que los griegos poseían su propia red de distribución de agua. En contraste con la Edad Media, donde no hubo mayor avance en el tratamiento de aguas. Los desechos solían verterse a las mismas aguas que luego se bebían, lo que traía consigo enfermedades y muerte.
La primera planta de tratamiento importante se construyó en París, en 1806. En ella se sedimentaba el agua durante 12 horas y se filtraba. Más adelante, a fines del siglo XIX, se realizan experimentos para la aereación de alcantarillas en el Reino Unido, mientras que los Estados Unidos introducen por primera vez las rejas de desbaste, implementos que impiden la obstrucción de los conductos por objetos voluminosos.
A inicios del siglo XX, USA aplica también la cloración masiva. En los años cincuenta, México inaugura su primera planta de lodos activados, basada en los estudios de Ardern y Locket. Este proceso permite una depuración natural al mezclar un cultivo de microorganismos con la materia orgánica del agua, para que estos se alimenten de los contaminantes biológicos y clarifiquen la mayor parte del líquido.
La década de los sesentas traería consigo dos extraordinarios avances: el sistema PhoStrip para la eliminación del fósforo y los reactores secuenciales de flujo discontinuo (SBR). Estos últimos traen notables ventajas para el tratamiento, como reducción de espacios de trabajo y de costos, además de permitir la eliminación de nutrientes.
Más adelante, en 1996, se patenta el proceso SHARON, operado para la nitrificación y desnitrificación; mientras que en 1999 el Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología patenta la primera celda de combustible microbiana, que sería el primer paso para aprovechar el tratamiento de aguas residuales con el fin de producir electricidad. Tiempo después, en 2009, el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México logra operar un sistema de producción automatizado para la producción de biopolímeros usando lodos activados.
Como se ha visto, las plantas de tratamiento de agua potable son indispensables para la supervivencia de la humanidad y su desarrollo está en la constante búsqueda de innovación.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]